Los Métodos Adecuados de Solución de Controversias (MASC) impactan a las pymes de diversas maneras, principalmente al ofrecer una alternativa más eficiente y menos costosa a los litigios judiciales tradicionales.
Redactado por Espacio Pymes
Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2025 de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia en España, los MASC han pasado a ser, en muchos casos, un requisito obligatorio antes de interponer una demanda civil o mercantil. Esto significa que las pymes, en ciertos conflictos, deberán intentar resolver la disputa por estas vías antes de acudir a los tribunales.
Beneficios de los MASC para las Pymes
Los MASC ofrecen varias ventajas significativas para las pequeñas y medianas empresas. En primer lugar, los procesos judiciales son más caros, incluyendo honorarios de abogados, tasas judiciales y otros gastos administrativos. Los MASC, como la mediación o la conciliación, suelen ser mucho más económicos y accesibles.
Los litigios tradicionales pueden extenderse durante años, lo que genera incertidumbre y consume recursos valiosos. Los MASC permiten resolver disputas en plazos significativamente más cortos, a menudo semanas o meses.
Un juicio puede deteriorar irreversiblemente las relaciones entre las partes. Los MASC, al fomentar el diálogo y la negociación, ayudan a mantener vínculos comerciales que podrían ser valiosos para el futuro de la pyme, ya sea con clientes, proveedores o socios.
A diferencia de los procesos judiciales, que suelen ser públicos, muchos MASC (como la mediación) son confidenciales, protegiendo la reputación y la información sensible de la empresa.
Los MASC permiten a las partes negociar y acordar soluciones que se adapten mejor a sus necesidades específicas, a menudo más creativas y flexibles que las sentencias judiciales, que suelen ser más rígidas.
En un MASC, las partes son protagonistas activas en la búsqueda de la solución, lo que les otorga mayor control sobre el proceso y el resultado final, aumentando la satisfacción con el acuerdo alcanzado.
Obligatoriedad de intentar un MASC antes de litigar
Aunque los MASC presentan muchos beneficios, también implican ciertos desafíos. La nueva legislación exige en muchos casos la obligatoriedad de intentar un MASC antes de litigar. Esto requiere que las pymes adapten sus contratos y políticas internas para incorporar cláusulas MASC, y que sus directivos y empleados se familiaricen con estos métodos.
A pesar de los esfuerzos, no hay garantía de que se alcance un acuerdo. Si el MASC fracasa, la pyme deberá acudir igualmente a la vía judicial, lo que puede significar una inversión de tiempo y dinero adicional.
El éxito de un MASC depende en gran medida de la buena fe y la voluntad de colaboración de todas las partes implicadas. Si una de las partes no está dispuesta a negociar, el proceso puede estancarse.
Para que el acuerdo alcanzado en un MASC tenga fuerza ejecutiva, en muchos casos, debe ser elevado a escritura pública o ser homologado judicialmente, lo que puede implicar un paso adicional y sus propios costos.
Puede existir una resistencia cultural a utilizar métodos alternativos, prefiriendo la vía judicial por costumbre o por una percepción de mayor «justicia» en el fallo de un juez, a pesar de las ventajas de los MASC.

Por todo esto, los MASC representan una oportunidad significativa para las pymes de gestionar sus conflictos de una manera más eficiente, económica y colaborativa, contribuyendo a la sostenibilidad y estabilidad de sus negocios. Al resolver conflictos fuera de los tribunales, las pymes contribuyen a la descongestión del sistema judicial, lo que indirectamente puede agilizar los procesos cuando sea inevitable acudir a la vía judicial..