ENTREVISTA

Entrevista Diana Barroso
AlfonsoDiez de Rivera Elzaburu imagen_img

Entrevistamos al presidente de la firma y descendiente de los fundadores.

Con motivo del 160º aniversario de Elzaburu, entrevistamos a Alfonso Diez de Rivera Elzaburu para conocer más sobre los hitos y la evolución de la firma, así como los desafíos en propiedad industrial e intelectual, y mucho más.

 

– Este año, Elzaburu celebra su 160 aniversario, ¿qué puedes decirnos sobre la evolución de la empresa a lo largo de estos años y la importancia de mantener vivo el legado familiar?

Nuestra firma fue fundada en 1865 por un antepasado nuestro, Julio Vizcarrondo. Ante todo, debo decir que asumo con un gran sentido de la responsabilidad el honor de ser el depositario de un gran legado, un legado construido por el trabajo y el saber hacer de muchas generaciones.

La nuestra era una empresa familiar que comenzó como una compañía especializada en marcas y patentes y ha sabido transformarse para asesorar en todo lo que hay alrededor de estos intangibles y ampliar nuestros servicios a campos muy diversos como la Inteligencia Artificial, la protección de datos y secretos empresariales, la lucha contra la piratería, la defensa de activos intangibles, la propiedad intelectual en proyectos audiovisuales, la financiación de la I+D+i, etc.

Hoy en día contamos con un gran equipo multidisciplinar de abogados, ingenieros, químicos, físicos, biólogos, economistas, desarrolladores, etc. y especialistas en la mayor parte de las industrias en las que se demanda asesoramiento en PI. Y hemos sabido adaptarnos a las nuevas demandas de nuestros clientes en esta revolucionaria época de transformación tecnológica y digital.

– Elzaburu ha registrado más de medio millón de marcas y patentes. ¿Podrías compartir con nosotros alguna anécdota o caso particularmente interesante en el registro de marcas como Nestlé, Cadbury, Harley Davidson, entre otras?

Conseguir el registro de una marca a nivel nacional europeo o internacional es un motivo ya de satisfacción, pero quizás lo más excitante para nosotros a lo largo de los años haya sido la recuperación, por vía judicial, de marcas notorias extranjeras que no podían ser usadas en nuestro país o las campañas de depuración del mercado frente a imitaciones o mercancías piratas.

Un par de ejemplos: la cerveza norteamericana Budweiser no podía ser comercializada en España porque la marca había sido registrada por su competidora la compañía checa Budejovicky NárodnÍ Podnik (parece increíble, pero nuestros abogados de litigios no olvidan este nombre). Pues bien; nuestra firma consiguió cancelar judicialmente por falta de uso la marca Budweiser Budvar de dicha compañía, registrar la marca norteamericana Budweiser y, a continuación, impedir por vía judicial la venta en nuestro país de esa cerveza checa. Por cierto, que España fue uno de los pocos países europeos en los que entonces prevaleció el derecho de la compañía norteamericana frente a las bodegas checas.

En cuanto a las campañas de depuración de imitaciones, en su día Elzaburu ayudó a limpiar el mercado español de falsos Hard Rock Cafés para hacer posible la apertura en Madrid y luego en Barcelona del Hard Rock original. Curiosamente, una de las imitaciones a las que tuvimos que enfrentarnos fue un café que había adoptado como rótulo Harley Rock Café combinando las dos marcas de Harley Davidson y Hard Rock Café. En la mayoría de los casos fueron acciones policiales.

– Entre los logros de Elzaburu se encuentra el registro de patentes de inventos que han cambiado la historia, como la lámpara incandescente de Thomas A. Edison o el teléfono de Graham Bell. ¿Cómo ha influido esta experiencia en la forma en que Elzaburu aborda la protección de la propiedad intelectual e industrial hoy en día? ¿Qué otros hitos destacarías de la historia de Elzaburu?

El sistema de patentes se creó precisamente con el objetivo de alentar la mejora y el progreso continuo de la humanidad, y nuestra firma ha sido testigo y partícipe activo de muchas de las invenciones que han transformado nuestra sociedad en el último siglo y medio. Esto nos hace abordar nuestro trabajo con la responsabilidad de saber adaptarnos a las demandas de nuestros clientes en este entorno de transformación tecnológica y digital.

Además de las patentes de Edison y Graham Bell, nuestra firma participó, entre otras innovaciones, en el registro de la máquina de coser, de Singer; en los avances de los hermanos Lumière; en la cuchilla de afeitar, de Gillette; en el autogiro, de Juan de la Cierva o en el motor de explosión, de Rolls Royce. Y también hemos registrado y gestionado marcas como Nestlé, Cadbury, Fournier, Martini, Harley Davidson, Dunlop, Mercedes o Coca Cola, así como los primeros diseños comunitarios de grandes compañías como Mercedes o Mitsubishi.

– Vuestra firma ha jugado un papel crucial en la protección de activos intangibles, promoviendo la innovación y el desarrollo económico de las empresas. ¿Podrías comentarnos un poco más sobre la filosofía de Elzaburu en este sentido y cómo se refleja en vuestro trabajo diario?

Nuestro objetivo no es únicamente blindar los activos intangibles de nuestros clientes, sino ayudarles a potenciar su valor estratégico. Esto significa acompañarlos en todo el ciclo de vida de la innovación: desde la creación y protección, hasta la defensa jurídica ante posibles ataques, la explotación comercial mediante licencias o contratos favorables, o incluso la rentabilización de sus inversiones en I+D, a través de nuestro más reciente departamento especializado en financiación de la innovación.

Este enfoque 360º no sería posible sin nuestro mayor activo: las personas. Contamos con más de 150 profesionales organizados en equipos multidisciplinares, especializados en todas las áreas del derecho y la técnica, que confluyen en la propiedad industrial e intelectual. Sabemos que la calidad del servicio que ofrecemos depende directamente del talento que conforma Elzaburu, y por eso invertimos activamente en su fidelización y desarrollo, con políticas de atracción y retención del talento basadas en la formación continua, el crecimiento profesional y el salario emocional. Muestra de ello es que la permanencia media en la firma de nuestros equipos es superior a 16 años. Más de 160 años después, seguimos fieles a esta forma de entender nuestro trabajo y nuestra esencia.

– La transformación digital y el uso de la inteligencia artificial ha traído consigo nuevos desafíos en términos de protección de la propiedad intelectual e industrial. ¿Cómo afrontáis estos desafíos y qué servicios ofrecéis para apoyar a las empresas en este nuevo entorno?

Sin duda, la transformación digital y la inteligencia artificial han revolucionado el panorama de la propiedad intelectual. En nuestro despacho, con un fuerte enfoque en tecnologías de la información y la comunicación (TIC), estamos plenamente comprometidos con la innovación, y trabajamos para mantenernos en la vanguardia tecnológica y jurídica. Esto no es una aspiración, sino una realidad constante en nuestra práctica profesional.

Desde una perspectiva estratégica, los aspectos contractuales son clave para impulsar procesos de transformación digital, licenciamiento y transferencia de tecnología. Además, llevamos a cabo un seguimiento activo de las prácticas y aplicaciones de estas tecnologías, y de la evolución del marco regulatorio, que está en plena ebullición; esto nos permite tener un criterio y orientar a nuestros clientes para que puedan hacer frente a los retos que se les presentan desde la perspectiva de la propiedad industrial e intelectual: los riesgos y oportunidades del uso de estas tecnologías y de los resultados que arrojan, el entrenamiento de soluciones con contenidos propios o de terceros, la protección de soluciones que integran estas tecnologías, asistencia a creadores e industria frente a este sector, etc.

Informes estratégicos, identificación y protección de activos, elaboración y revisión de términos de servicio, protección de soluciones informáticas y de invenciones implementadas a través de ordenador, aseguramiento del secreto empresarial que es consustancial a estas tecnologías (ej.: algoritmos), protección de datos de carácter personal, planes de gestión y explotación de datos no personales, vigilancia tecnológica, son algunos de los servicios que prestamos en esta línea. Es un mundo apasionante y disfrutamos de poder apreciarlo desde la primera línea.

– Las novedades más relevantes en materia de propiedad industrial e intelectual en España han sido la modificación de la Ley de Patentes y la Ley de Marcas, la transposición de directivas europeas en propiedad intelectual, la digitalización del Registro de la Propiedad Intelectual y la redistribución de competencias jurisdiccionales en materia de propiedad industrial. ¿Cómo lo habéis vivido? ¿Sobre qué cuestión habéis gestionado mayores pleitos?

España ha vivido un proceso de evolución legislativa en propiedad industrial intelectual incesante desde la incorporación a la entonces Comunidad Económica Europea. Los tres primeros cambios decisivos fueron la Ley de Patentes de 1986, la Ley de Propiedad intelectual, de 1987; y la ley de marcas, en 1988. Pero después vinieron la ley de competencia desleal, una nueva ley de patentes, una nueva ley de marcas y un nuevo texto refundido de propiedad intelectual.

Hemos sufrido en estos últimos cuarenta años ¡más de sesenta reformas legislativas! Pero esto es solo en el plano sustantivo. En el plano judicial, nuestra firma ha vivido cambios sensacionales: desde la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil del año 2000, que supuso un giro copernicano en la concepción misma del proceso civil, hasta la creación de los juzgados de la mercantil con la especialización judicial y el juzgado de marcas y diseños de la Unión Europea, con sede en Alicante. Y no ha habido prácticamente año en que no hayamos sufrido algún cambio en las normas procesales. Sin ir más lejos, la reciente Ley Orgánica 1 / 2025, por ejemplo. Todo ello está afectando a la litigiosidad en nuestro país con enfrentamientos en campos tan relevantes como el que se ha dado entre la industria farmacéutica innovadora y la industria del genérico; las importaciones paralelas de toda clase de productos; o la adopción de medidas cautelares sin audiencia del demandado frente a ilícitos a través de la red, etc.

– Mirando hacia el futuro, ¿cuáles crees que serán los principales retos y oportunidades en el ámbito de la protección de la propiedad intelectual e industrial?

Uno de los principales retos será adaptar los marcos normativos al ritmo vertiginoso de la innovación tecnológica, especialmente en lo relativo a la inteligencia artificial generativa, la gestión de los datos y los nuevos modelos de creación colaborativa. También veremos un aumento en los conflictos transfronterizos de derechos, lo que exigirá una mayor armonización internacional.

En cuanto a las oportunidades, destacaría el creciente interés de las compañías por la valoración de los activos intangibles, lo que abre la puerta a modelos de negocio basados en la licencia, transferencia y protección preventiva de estos derechos. Hace 50 años los intangibles representaban el 17% del valor de las empresas; hoy en día representan más del 90% del valor de las compañías. Además, las herramientas digitales permitirán una gestión más eficiente y proactiva de la propiedad intelectual

– Por último, como experto en la materia y presidente de una firma con una larga trayectoria, ¿qué consejos darías a empresarios e inventores sobre la importancia de proteger sus activos intangibles?

Mi principal consejo es que no subestimen nunca el valor de sus activos intangibles. Los activos como marcas, patentes, diseños, secretos empresariales, software o know-how pueden marcar la diferencia entre liderar un sector o quedarse atrás. Son el corazón mismo del negocio y la base de su ventaja competitiva. Protegerlos desde el inicio es una inversión estratégica, no un coste. No solo evita conflictos legales, sino que también potencia su valor en el mercado y ante los inversores.

Es fundamental contar con una estrategia de propiedad industrial e intelectual alineada con el modelo de negocio, realizar registros adecuados y mantener la confidencialidad de la información sensible. Además, deben vigilar activamente su entorno para detectar usos indebidos o infracciones y estar preparados para actuar. Porque proteger lo intangible es proteger el futuro del proyecto.

Se informa a nuestros clientes que con motivo de la entrada en vigor del nuevo Reglamento Europeo de Protección de Datos, este Despacho a procedido a adaptar su Policia de Protección Privacidad a la nueva normativa, para lo que cualquier cliente que desee consultar, modificar o anular sus datos de carácter personal cedidos con anterioridad conforme a sus relaciones profesionales con este Despacho, puede remitir su solicitud al correo electrónico info@bermejoialegret.com

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