El foro ha sido moderado por Sixto de la Calle e Ignacio Balañá, socios del área de Corporate, M&A y Private Equity del despacho y ha contado con la participación de María Romano, directora de la oficina del Grupo Banco Europeo de Inversiones (Grupo BEI) en España, Alberto Ruiz Gallardón, exministro de Justicia, y Joaquín Manso, director de El Mundo.

En un contexto internacional marcado por la incertidumbre geopolítica, María Romano, directora de la oficina del Grupo Banco Europeo de Inversiones (Grupo BEI) en España, ha puesto en valor el papel de la Unión Europea y del multilateralismo frente a los que acrecientan la rivalidad entre potencias mundiales. “La Unión Europea tiene un papel muy importante que jugar en el actual contexto internacional y las instituciones europeas como el Grupo BEI pueden apoyar, y están apoyando, la transición hacia una economía más sostenible y más resiliente tanto dentro como fuera de la Unión gracias a la puesta en marcha de instrumentos de financiación que movilizan inversión allí donde es más necesaria y tiene mayor impacto”. En esta línea añadió, “invertir en innovación y sostenibilidad es, además de una cuestión ética, la forma más inteligente de reforzar la competitividad europea y contribuir a un mundo mejor”. En este sentido, “desde las instituciones europeas somos optimistas y, frente a las voces que cuestionan el multilateralismo, nosotros creemos firmemente en él”. Y añadió, “donde otros construyen muros, Europa construye puentes”.
En el foro, organizado por el despacho Eversheds Sutherland, intervino también Alberto Ruiz-Gallardón, exministro de Justicia y presidente de Ruiz Gallardón Abogados, que recordó que durante décadas Europa ha vivido una etapa de prosperidad apoyada en el acceso energético barato, la externalización de la defensa y seguridad y una menor inversión tecnológica. En este sentido, “la guerra en Ucrania y la pandemia provocada por la Covid-19 han actuado como catalizadores que ponen en evidencia la necesidad de una mayor autonomía estratégica para recuperar el liderazgo económico de la UE”. A su juicio, este reto exige “una mayor integración europea, mayor coordinación en política industrial, fiscal y de defensa, y un refuerzo institucional que permita a la Unión hablar con una sola voz en el escenario global”.
En el plano nacional, Joaquín Manso, director de El Mundo, aseguró que, pese a la inestabilidad política, “España sigue siendo un país atractivo para la inversión”. En su opinión, esta inestabilidad provoca una parálisis legislativa y una erosión institucional “que tiene un coste de oportunidad para reformas estructurales pendientes como en educación o pensiones”. El resultado, dijo, “es un escenario que condiciona la toma de decisiones económicas y la confianza de inversores”.
A este respecto, Ruiz-Gallardón, sostuvo que, “en un mundo globalizado, la seguridad jurídica es, por encima de todo, el factor decisivo de competitividad y de la atracción de inversión, por delante de cualquier otro factor clave como las infraestructuras o la cualificación y el talento”. Explicó que “seguridad jurídica significa un sistema efectivo de resolución de conflictos conforme a una normativa preexistente, normas estables que no se modifiquen con efectos retroactivos y jueces independientes que dicten sentencia exclusivamente aplicando la Ley”. También implica, indicó, “estabilidad normativa, pues los inversores, que arriesgan su capital, necesitan certeza sobre el marco regulatorio a medio y largo plazo”. Para lograrlo, añadió, “es fundamental que los grandes partidos alcancen acuerdos de Estado en políticas y cuestiones estratégicas, garantizando un marco regulatorio continuista al margen de cambios políticos, lo que aumentaría decisivamente la competitividad de España al ofrecer a los inversores la estabilidad que necesitan”.
