La mujer inició un proceso de insolvencia tras dejar el hombre de abonar las cuotas
(Imagen: E&J)
El mecanismo de la Segunda Oportunidad vuelve a alzarse como la mejor salida legal para aquellas personas que, a pesar de intentar cumplir con sus obligaciones económico-legales, no lo lograron. En esta ocasión se ha concedido la exoneración del pasivo insatisfecho (IPA), gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, una mujer que cayó en situación de insolvencia tras intentar ayudar económicamente a la que entonces era su pareja en un negocio.
Según ha podido saber Economist & Jurist sobre este caso concreto, la mujer solicitó un préstamo personal para que su pareja abriera un negocio. El hombre se comprometió a devolverle el dinero prestado, pero la realidad fue que éste dejó de pagar las cuotas del préstamo y nunca le devolvió el dinero. Además, cuando ella se quedó embarazada, él tomó la decisión de abandonar el hogar familiar, desatendiéndose así de sus responsabilidad personales y económicas. A esta situación se sumó que la mujer perdió el empleo y debido al avanzado estado de su embarazo le era imposible encontrar un nuevo trabajo.
La falta de ingresos y las obligaciones económicas que tenía —pagar la vivienda, las cuotas del préstamo, la alimentación, los suministros y los gastos del bebé— llevaron a esta madre soltera a recurrir a los bancos y solicitar un nuevo préstamo personal, así como varias tarjetas de crédito. Sin embargo, ese nuevo préstamo personal solicitado en busca de “un respiro” económico no alivió la situación financiera de la actora, sino que por el contrario, la agravó más aún, ya que las deudas cada vez eran más elevadas por los intereses de los préstamos y de las tarjetas de crédito.

(Imagen: E&J)
La mujer, totalmente en situación de insolvencia, llegó a acumular una deuda total de 24.380 euros. Sin embargo, el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Palma de Mallorca le ha personado la deuda gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad.
La abogada que ha llevado el caso, Marta Bergadà, socia fundadora de Bergadà Abogados, explica que “con la documentación aportada constatamos que se trataba de una deudora de buena fe, por lo que nos pusimos a trabajar en su caso de inmediato” con el fin de que la justicia le exonerado del pasivo insatisfecho.
“Este caso refleja a la perfección la razón por la que existe la Ley de la Segunda Oportunidad: ofrecer una salida real a personas que, por circunstancias vitales ajenas a su voluntad, se ven atrapadas en una espiral de deudas. Gracias a esta resolución, podrá empezar una nueva etapa libre de cargas y con esperanza”, señala Bergadà.
